Barrí con la vista el espacio y me di cuenta que estaba repleto. Volvimos al rato. Yo estaba intentando entrar a un café, sin siquiera saber cómo pedir un café. Pero esa noche estaba ella. Me reclamó que no pidiera ningún tipo de triple, que seguro eran fríos. Ella pidió un té
2: Ahora sí cuéntame ¿qué pasó?- le pregunté luego de tomarme una enorme dosis de cafeína
1: Nada, el lunes estuve dictando los talleres a los chicos en rehabilitación. El martes tuve que ver lo de mi pasaporte, porque al parecer me voy a trabajar a Ecuador en el verano, pero llegué tarde a ver eso. El miercoles, a ver, jaja mi jefa no dejó la llave en la oficina y la tuve que esperar un buen rato, para que al fin, sentadita en la vereda, le pueda decir que ya cumplí las horas que le debía. El jueves no sé.. pero no hablamos de nada no? Hoy es viernes, es cumpleaños de mi sobrino y olvidé saludarlo. Su madre, que es mi hermana, se resintió. Soy la madrina y de hecho se puso celosa cuando le dije que no podría ir a su casa porque quería verte ¿no te parece exagerado eso?
2: Sara... - contesté despistadamente y me quedé observándola
1:¡Ay! –suspiró, y sorbiendo un poco de su té helado añadió
1: Ya pareces un imbécil cuando no contestas nada...- me lo dijo sin asco y se fue de la mesa. Me dejó mientras terminaba de comer el triple frío.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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Una historia simpatica
ResponderEliminarSiento que soy la persona
que espera con más ansias
Cada post tuyo
AJAJJAJAJA QUE IDIOTA
ResponderEliminarMasca, postea tu solicitud de retiro.
ResponderEliminarUn ferviente lector.